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Historia

La novedad, la vivencia, al interacción, la energía, la sinergia, la compenetración, la sincronía”. Mauricio Pabón. Progen S.A.

Lucia Margarita Vega® Horse Coaching  es una alianza entre Neosynapsis®  y la escuela de vaulting La Escudería, que comenzó en el 2010, con el objetivo de desarrollar un estilo de coaching diferente al tradicional, mas vivencial y dinámico, que cumpliera con el rigor del ejercicio de las once competencias de la International Coaching Federation (ICF) y replicara tanto para las personas como para los equipos,  el exitoso modelo de coaching deportivo que La Escudería había desarrollado desde 1998.

Conocí La Escudería y a su directora María Fernanda Posada en el año 2005, cuando mis hijos comenzaron sus prácticas de vaulting a los cinco y siete años de edad respectivamente. Desde entonces, como coach certificada y practicante de PNL (Programación neurolingüística), la cual predica  que cualquier práctica que sea exitosa puede ser modelada y aprendida por otros, me sorprendí de la autonomía y compromiso de los deportistas, que en edades dispares entre los cinco y los veinte años entrenaban juntos cada uno rutinas distintas con mínima supervisión, eran  auto-disciplinados, constantes y su desempeño deportivo aumentaba consistentemente, al tiempo que se mantenían auto-motivados, alegres, disfrutaban lo que hacían, y en el ambiente de la escuela se respiraba libertad y respeto por el ritmo y proceso de cada uno.

El coaching reconoce sus inicios en el ámbito deportivo, y considerando el planteamiento  de Tim Gallway, llamado el padre del coaching, el modelo de vaulting de La Escuderia era un ejemplo ya exitoso de los elementos entre los cuales él encontró relaciones determinantes para el desarrollo y mejoramiento continuo de una habilidiad deportiva: el aprendizaje continuo, el disfrute y el alto desempeño, y los cuales posteriormente, la profesión del coaching se encargó de incorporar y demostrar su utilidad para el desarrollo de competencias y la evolución de equipos de todo tipo.

Cuando con María Fernanda comenzamos nuestros auto-descubrimientos al trabajar con los caballos, además pudimos corroborar como ellos fácilmente mostraban el eslabón crítico, las interferencias,  de la ecuación del coaching: Desempeño = Potencial – Interferencias.

El término horse coaching hizo parte de nuestro vocabulario, cuando en un encuentro casual, Carolina Guevara (Coach Ontológica de ICF) nos contactó con Claudia Martínez Franky, Colombiana y coach radicada en Bélgica. Desde entonces, supimos que el aprendizaje y el coaching guiado por caballos estaban presentes en el mundo desde diferentes aproximaciones y descubrimientos (ver en la web: Modelos de trabajo asistido por caballos)

Para nuestras primeras prácticas fuimos “conejilos de indias”, nosotras mismas y los niños de La Escudería, así como los papas, replicando los ejercicios que veíamos en videos de EAHAE.

A finales de 2010 trajimos a Colombia a Claudia Martínez y su entrenador Didier Kempter, e hicimos un entrenamiento de horsemanship y otro de horse coaching, aprendiendo de su modelo, e hicimos nuevas comprensiones sobre los ejercicios y prácticas que ya realizábamos.

Posteriormente, me certifiqué con Pacagua de Argentina (www.pacagua.com), en horse coaching y como Entrenadora de facilitadores en trabajo guiado por caballos y Gabriela Abram nos entregó generosa distintas dinámicas de trabajo con los caballos, tanto para sesiones personales como de equipo.

En 2011 adicionalmente recibimos entrenamiento por parte de Sandra Liliana Ospina, etóloga Colombiana, con la cual pudimos aprender mas a cerca del lenguaje de los caballos y comprender  mejor sus dinámicas, al adquirir nuevas significaciones de su lenguaje corporal, su forma de comunicarse y sus procesos de socialización. Esto ha sido de gran ayuda no solo en el trabajo que realizamos, sino para la integración de la manada cada vez que llega un nuevo caballo. Igualmente, para afinarnos en la selección del caballo según el tipo de trabajo que se pretenda desarrollar, el momentum de los equipos de trabajo y el tipo de competencias que el participante quiere trabajar durante una sesión.

Continuamos nuestro trabajo, y durante las sesiones los caballos mostraban comportamientos siempre diferentes y algunas veces creíamos lo que sucedía porque lo estábamos viendo, pero desde nuestra racionalidad, muchas cosas no eran tan comprensibles.

Conocía de las constelaciones familiares hacía un tiempo y había participado en una sesión de grupo y dos individuales; así que me parecía que lo que se sucedía en algunas sesiones era una constelación, por las emociones que se despertaban en los participantes y la profundidad a la cual se navegaba a través de las sesiones. Estas vivencias  me impulsaron en 2012 a tomar el entrenamiento sistémico “Ordenando el sistema familar” con Mónica Giraldo (www.constelacionesfamiliares.com) y Carmen Cecilia Vargas.

Debido al impacto y a la comprensión que empezaba a tener de lo que sucedía tanto en las constelaciones como en las sesiones asistidas con caballos, me certifiqué como consteladora familiar en trabajo individual con Mónica y con Carmen Palacio-Serres, a quienes honro como grandes maestras. Ellas confiaron en esta metodología y se aventuraron  a trabajar con los caballos y así profundizar y comprender mas el campo de trabajo que se generaba durante una sesión y que sucedía con los caballos. En este momento, nuestro lenguaje cambió de “trabajo asistido por caballos” a “trabajo guiado por caballos”, porque son  ellos quienes realmente  marcan la pauta en una sesión, no importa el objetivo ni metodología de la misma. Nosotros facilitamos desplegar un ambiente y un propósito, pero luego no hay libreto.

Seguíamos haciendo nuevas observaciones y había que ponerle un nombre a lo que veíamos y vivíamos, así que el vocabulario se amplió en nuestros talleres hacia palabras como la intención, la atención, el enfoque, el ritmo, la curiosidad, la presencia, la conexión, la autenticidad, la confianza. En las sesiones navegábamos entre dos mundos, uno de palabras, lenguaje racional y organizacional, de desempeño, eficiencia y palabras y otro de lenguaje corporal, de instinto animal y de energía. De sentir y no pensar. De dejar emerger lo que sucediera durante una sesión y permitir que emergiera información de formas inusitadas, en las que además de los caballos, la naturaleza se confabulaba. Los ladridos de los perros, el gato, la lluvia, los truenos, lo que estuviera presente estaba bienvenido.

Solo después de haber probado con nosotras mismas y nuestros amigos, comenzamos a aprender mas y continuar la formación en el trabajo guiado por caballos. En 2014, cumplí mi sueño de formarme con Ariana Strozzi Mazzuchini en su modelo de Educación guiada por equinos, (EGE), corroborando muchos de los hallazgos que a través del trabajo con María Fernanda habíamos encontrado y ampliando las posibilidades de aplicar este trabajo.

En 2015 hice una nueva profundización en Coaching, a través del Cuarto Espacio, diseñado por la Master Coach Patricia Afanador (www.cuatroespacio.net). Era mi interés retomar las bases técnicas del coaching. Mas allá de eso, lo que encontré fue una nueva reconfirmación de que la brújula de la intución y navegar profundamente con el cliente hasta el nivel que lo ha hecho uno consigo mismo, eran las mas valiosas experiencias en la travesía de acompañar a otros. Y de la mano de Patricia, vino encontrar a la Maestra Danielle Tripod, (https://www.chateauduchene-dtripod.com) con lo cual encontraba un eslabón fundamental el proceso de evolución continua.

Con Danielle, encontré El Amor. “Amor del nuevo” como dice Elisa Potdevin, fuerte y compasivo a la vez, totalmente respetuoso, y la empatía total con el consultante y su vida, mas allá de toda consideración, recordándome que es el consultante quien realiza su propio proceso, el que determina el ritmo y que no puede haber interferencia ninguna, para que realmente ocurra el milagro de la transformación, la sanación y la evolución. Mi hallazgo con ella, fue la apreciación de que el proceso de evolución, sanación, transformación o simplemente el logro de una meta,  pasa, a través de la integración de todas las partes del Ser que han quedado relegadas a lo largo de vida. En las experiencias dolorosas de la vida, gran parte de ellas inconsciente y en los primero años de vida, partes de nosotros se rompen o pierden, dejando heridas dolorosas, y son estas, las que luego, se presentan como saboteadores, miedos, enfermedades o por lo menos bloqueos para el logro de nuestros propósitos cuando menos, y en lo mas detienen nuestra plenitud y felicidad. La recuperación del Amor a si mismo, nos sana.

A lo largo de estos años muchas personas y maestros han enriquecido nuestra práctica, y mutuamente con María Fernanda hemos desarrollado una compaginación en la cual además, de trabajar juntas en horse coaching, hemos sido amigas y coequiperas en el deporte, desde distintos lugares. Esta disciplina nos ha llevado a Ecuador, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia, Holanda y Austria, en donde la observación, el entrenamiento en otros caballos y con otros entrenadores deportivos y la competencia, han enriquecido nuestra propuesta.

Este ha sido un camino tan exitoso, y con el reconocimiento y preponderancia que merece su talento y disciplina, Juan Martín Clavijo Vega, mi hijo y vaultedor de La Escudería entrenado por María Fernanda, ganó para Colombia la primera medalla de oro en campeonato mundial ecuestre en 2015 (Ermelo, Holanda)  y repitió nuevamente oro en 2017 en Eibreschdorf, Austria.

Ha sido un camino de aventura, en donde hemos tenido la fortuna de practicar lo que predicamos, llegando a un lugar de gran satisfacción por la compañía permanente de los caballos y el disfrute de vivir tantas experiencias al lado de ellos, el aprendizaje que siempre nos llevamos de cada sesión, los logros obtenidos, pero sobre todo, por tener la oportunidad de facilitar que las personas puedan experimentar a través de los caballos, una profunda conexión con su autenticidad, y desde allí con los demás seres, para hacer de este, un mundo de paz y armonía entre todos los seres.